Por si quedaba alguna duda acerca de la campaña de los buses ateos/religiosos hoy con la entrevista del newsletter que me ha llegado de Complot, ya se me han disipado todas. Y la verdad es que pensaba que ya tenía claro todo lo que había pasado, que ellos habían sido los creadores de TODA la campaña, pero me he dado cuenta de que no era así. Ellos simplemente aprovecharon el auge que estaba teniendo el mensaje ateo «Probablemente Dios no existe» aparecido en los autobuses.
Nikita Phillips, de la revista Brandlife, les formula 2 preguntas claves a Dan Peisajovich y Yvonne Gindre de Complot:
¿Quisisteis aprovecharos y que la gente crea que la campaña era un viral vuestro? No, definitivamente, no. Por supuesto que nos pareció divertido, ya puestos, hacer una gráfica, tipografía y colores parecidos a los carteles del Bus Ateo. Pero de verdad, pero nunca pensamos que tanta gente se iba a creer que toda la acción era nuestra, un viral que ahora se desvela.
¿Cuál fue la intención entonces? Simplemente aprovechar el bajo coste de la publicidad en buses, que desconocíamos hasta el momento y del que nos enteramos en los informativos de la tele, para poder hacer una publicidad que no sólo se viera durante un tiempo en la calle, sino que con un poco de suerte, podía aprovechar el revuelo en los medios y que alguna revista, periódico, radio o televisión nos sacara como a los chistosos que se han «colado» en la campaña.
¡Total, que se han beneficiado de todo el bombo que ha causado esta campaña sin que ellos practicamente movieran un dedo! Eso sí que es una buena estrategia; realizar una pequeña acción (además con muy bajo coste) en el momento justo. Así que aunque la campaña empezó siendo una campaña real, con la intervención de la escuela de creativos se conviertió en una campaña de guerrilla.